Peritaje, lo mejor para comprar moto usada
En esta temporada de pandemia y de crisis económica, la moto de segunda mano se impone como una de las mejores alternativas para desplazarse en la ciudad, sin el riesgo de ser contagiado y sin tener que invertir mucho dinero.
Pero seleccionarla no es una tarea fácil. Por eso, lo principal para evitar ser engañado es llevar la moto a un centro de servicio de la marca o taller reconocido e invertir unos pesos en un peritaje.
Aquí, de la mano del experto en vehículos Álvaro Mejía, le contamos las labores que incluye esta importante revisión mecánica.
- Se verifica la compresión del motor, que debe estar dentro de los rangos de fábrica.
- Hay que detectar ruidos internos inusuales, como el generado por una cadena de distribución desgastada y sin tensión o por una biela en mal estado.
- Se inspeccionan los elementos del sistema de refrigeración como radiador y mangueras, que deben estar en buenas condiciones.
- Si el sistema de refrigeración lo incluye, se debe chequear el electro-ventilador y verificar que se active de manera automática a los pocos minutos de tener la motocicleta detenida con el motor en funcionamiento.
- Comprobar que haya suficiente material de fricción en las pastillas o bandas del sistema de frenos.
- Chequear los telescopios delanteros y amortiguadores traseros para comprobar que no existan fugas o ruidos al accionarlos.
- Revisar el ‘tren de arrastre’ (cadena, catalina y piñón principal) que deben estar debidamente lubricados.
- Revisar el estado y funcionamiento de las luces, testigos luminosos y demás elementos del sistema eléctrico.