Mantenga su vehículo como nuevo
El adecuado mantenimiento de un vehículo se traduce en dos grandes beneficios económicos como son la valorización y fácil reventa del vehículo.
Sin embargo, este par de importantes ventajas que benefician el bolsillo del propietario resultan secundarias si tenemos en cuenta el intangible e invaluable beneficio que conlleva el conducir un coche en perfecto estado de funcionamiento que garantiza y trasmite total seguridad y confianza.
Por esta importante razón y a manera de guía El País presenta a continuación los 7 consejos de mantenimiento que redundarán en las ganancias antes reseñadas:
1. Conducción. Hacer buen uso del vehículo es la primera condición para conservar el estado original del coche y prolongar su vida útil. Evitar las aceleraciones y frenadas bruscas, mantener el motor en el régimen de RPM adecuado y evadir los huecos, entre otras prácticas de conducción hacen parte de los cuidados diarios a cargo del conductor.
2. Reemplazar aceites, filtros y líquidos a tiempo. Por regla general el aceite de motor y su filtro se deben reemplazar cada 6.000 kilómetros como máximo y el filtro de aire se debe cambiar cada 10.000 kilómetros, en promedio. De otra parte están el aceite de transmisión que hay que renovar cada 60.000 kilómetros y el líquido de frenos que se debe cambiar cada dos años o 40.000 kilómetros, como máximo.
3. Sistema de refrigeración. El fácil y escaso mantenimiento del sistema de refrigeración consiste en mantener los radiadores limpios, chequear el nivel de refrigerante de forma semanal y reemplazar el líquido cada año o 20.000 kilómetros. Lo primero que se cumpla.
4. Llantas. Por ser el único contacto con el camino las llantas merecen especial atención por parte del conductor. El mantenimiento mandatorio incluye calibrar las llantas ojalá cada semana, alinearlas y balancearlas cada 20 mil kilómetros y rotarlas cada 7.000 kilómetros, esencialmente.
5. Inspección. Someta el auto a una inspección mensual y visual de motor, transmisión y sistemas de frenos, refrigeración, dirección y suspensión. Solo así podrá detectar fugas de líquidos y piezas desgastadas o flojas.
6. Aseo. Aunque parezca mentira, la simple rutina del aseo en un vehículo es tan importante como el mismo cambio de aceite ya que hace más agradable la conducción, mantiene el vehículo en perfectas condiciones de presentación, lo valoriza y lo hace más habitable y vendible. El buen aseo de un auto implica el protegerlo del Sol, sereno nocturno, heces de pájaros y de las inclemencias del clima, entre otras condiciones.
7. Programa de mantenimiento. Lo recomendado para llevar a cabo estas tareas de mantenimiento preventivo es diseñar y cumplir un programa de mantenimiento teniendo en cuenta las recomendaciones del fabricante del auto que aparecen detalladas en el manual del propietario de cada vehículo en particular.
Como se podrá constatar el cabal cumplimiento de estos 7 mandamientos exime al propietario de un vehículo de cometer el ‘pecado’ de poseer un auto inseguro, poco confiable mecánicamente, difícil de vender y con una deplorable presentación estética.