¿Hay una edad para aprender a conducir?
La frase ‘quiero aprender a manejar’ hace parte del lenguaje moderno de los jóvenes que desde muy temprana edad (cada vez menor) quieren tener la libertad de moverse en los autos de sus progenitores para sentirse grandes, ganar estatus y trasladarse fácilmente de un sitio a otro sin tener que utilizar el transporte público, ni pedirle el ‘aventón’ a los amigos o al papá o mamá propietarios del vehículo.
Por obvias razones, esta consuetudinaria frase crea un interrogante y dilema entre los padres que no saben a ciencia cierta en qué momento se le debe enseñar a conducir a un menor de edad.
Lo primero que hay que aclarar al respecto es que esta decisión paterna depende de diversos factores como son el grado de afición por los motores por parte de los padres que acelera o atrasa esta decisión, las habilidades innatas del adolecente, su ‘fiebre’ por las tuercas y la amplitud mental y códigos de enseñanza de las cabezas de familia, entre otras condiciones.
De acuerdo a Luis Eduardo García, Director del Centro de Enseñanza Automovilística Sebastián de Belalcázar, las leyes colombianas restringen la edad para obtener la licencia de conducir a mayores de 16 años, pero, no limita la edad para ser alumno de una escuela de conducción en donde cualquier menor de 16 años puede aprender a conducir un auto con la seguridad y experiencia que solo brindan los centros especializados en la materia.
En concordancia con lo anterior, lo ideal es que los menores se inscriban en una escuela debidamente certificada para aprender a conducir con instructores expertos, en vez de correr el riesgo de recibir la instrucción paterna que adolece de las técnicas, conocimientos didácticos y sobre todo de un vehículo debidamente preparado para este difícil y riesgoso proceso.
Por último, queremos destacar que el hecho de tener en casa a un hijo adolescente debidamente licenciado, amplía tanto las posibilidades de los padres para ser trasladados a tiempo a un centro hospitalario en caso de una emergencia médica, como el número de conductores disponibles para turnarse el volante en largos trayectos de carretera, entre otros muchos beneficios.
Como dice el viejo dicho ‘loro viejo no aprende hablar’ y por eso lo, mejor es que los adolescentes aprendan a dominar un auto a la menor edad posible, pero siempre acuda a expertos.