Conserve su carro como nuevo
Mantener un auto en óptimas condiciones permite que a la hora de venderlo todo sea más fácil. Además, permite circular con mayor comodidad y seguridad.
Por este motivo, es necesario tener en cuenta las recomendaciones del fabricante, que aparecen detalladas en el manual del propietario.
A continuación, expertos entregan cinco consejos de mantenimiento que favorecen la vida útil de su auto y potencian sus beneficios.
1. Conduzca con cuidado. Evitar las aceleraciones y frenadas bruscas, mantener el motor en el régimen de rpm adecuado y evadir los huecos, entre otras prácticas de conducción hacen parte de los cuidados diarios que se deben tener.
Recuerde que hacer buen uso del vehículo es la primera condición para conservar su estado original y prolongar su vida útil.
2. Reemplace los aceites, filtros y líquidos a tiempo. No olvide que es fundamental someter el auto a una inspección mensual del motor, la transmisión, el sistema de frenos, la refrigeración, la dirección y la suspensión, porque solo así podrá detectar fugas de líquidos y piezas desgastadas o flojas.
Por regla general, el aceite de motor y su filtro se deben reemplazar cada 6.000 kilómetros como máximo y el filtro de aire se debe cambiar cada 10.000 kilómetros, en promedio. De otra parte, el aceite de transmisión hay que renovarlo cada 60.000 kilómetros y el líquido de frenos cada dos años o 40.000 kilómetros, como máximo.
3. No descuide el aseo y la higiene del carro. La simple rutina del aseo en un vehículo es tan importante como el cambio de aceite, ya que hace más agradable la conducción, mantiene el vehículo en perfectas condiciones de presentación, lo valoriza y lo hace más habitable y vendible. Esto implica protegerlo del sol, de las heces de pájaros y de las inclemencias del clima. También implica utilizar productos que protejan la cojinería, la pintura y demás aspectos del carro.
4. Recuerde la importancia de las llantas. Además de soportar el peso del vehículo y de ser el único contacto con el camino, las llantas garantizan una frenada adecuada; así mismo, amortiguan al coche asegurando el confort del conductor y de los pasajeros. Por todo lo anterior, las llantas merecen especial atención por parte del propietario del vehículo, quien debe estar pendiente cada semana de que estén bien calibradas, alineadas y balanceadas cada 20.000 kilómetros. También se recomienda rotarlas cada 7.000 kilómetros.
5. Cuide el sistema de refrigeración. Solo se necesita mantener los radiadores limpios y reemplazar el líquido cada año o 20.000 kilómetros. Lo primero que se cumpla. Esto se hace para evitar que las moléculas corrosivas que aparecen con el tiempo puedan generar daños en el motor y en el sistema de enfriamiento, generando problemas como sobrecalentamiento, corrosión o ruidos internos.